Rumiko Takahashi creó una de las comedias más encantadoras, divertidas y célebres de todos los tiempos allá por el año 1987, en un momento especialmente dulce en su producción, tras los grandes éxitos que tenían sus anteriores obras publicadas como Lamu (Urusei Yatsura) o Maison Ikkoku. Con el peculiar nombre de Ranma 1/2 tenemos una comedia disparatada de artes marciales y de romances de adolescencia, dos de las temáticas sin duda favoritas entre el público japonés.
Aunque Ranma 1/2 es en buena parte deudora de las obras anteriores de Rumiko Takahashi (tiene el estilo disparatado y los prototipos de personajes que podemos encontrar en Lamu, así como la sensibilidad y la carga romántica de Maison Ikkoku), lo cierto es que Ranma 1/2 brilló con luz propia gracias a un estilo personal muy marcado, a unos planteamientos geniales de las situaciones comprometidas en las que episodio tras episodio la autora colocaba a sus personajes y, sobre todo, por su inigualable sentido del humor.
La historia principal nos contaba el regreso a Japón de Genma Saotome y su joven hijo Ranma, tras haber estado un tiempo entrenándose en China. Genma se reencontrará con su viejo amigo Soun Tendo, que lo invitará a su casa y le presentará a sus tres hijas, acordando entre ambos amigos un matrimonio pactado entre Ranma y la menor de ellas: Akane.
En un principio los dos jóvenes no congeniarán en absoluto, debido al carácter de uno y otro, pero a lo largo de la serie los dos se irán conociendo mejor debido a multitud de problemas a los que tendrán que enfrentarse juntos y entre ellos acabará surgiendo la chispa del amor, aunque ninguno querrá reconocerlo. No en vano tanto Ranma como Akane son dos de los personajes más obstinados y orgullosos jamás creados, y eso a pesar de tener ambos un corazón de oro que les hace estar siempre ayudando a cualquier persona en apuros.
Por si los problemas fueran pocos ya de por sí en esta difícil relación, un sin fín de personajes secundarios a lo largo de toda la obra se encargarán de ponerles las cosas aún más difíciles, y ese será precisamente uno de los grandes argumentos cómicos de la serie a parte del más famoso y que más ha servido como rasgo distintivo de la serie: y es que Ranma, tras caer por accidente mientras se entrenaba en una fuente sagrada de Jusenkyo, sobre la que recaía una maldición, se convertirá en una preciosa chica pelirroja al contacto con el agua fría, pudiendo revertir su estado con agua caliente.
Otros personajes de la serie como el propio padre de Ranma, Genma, así como Ryoga (el eterno rival de Ranma), Shampoo (una poderosa amazona china, de increíble belleza) y Mousse (el sufrido prometido de Shampoo) también sufrirán idénticas maldiciones pero en su caso se convertirán en pintorescos animales (como un panda gigante, un cerdito negro, una gatita rosa y un ganso corto de vista respectivamente).
Por otra parte Ranma en su forma de chica será bautizado con un buen número de nombres a lo largo de la serie, dependiendo de con quién trate en cada momento: el mismo nombre de “Ranma” en el ámbito de la residencia de los Tendo, “Chica de la trenza” por parte de Tatewaki Kuno (su más notable “pretendiente” masculino), Yoiko cuando dice ser la hermana pequeña de Ryoga (para sorpresa de éste, y aún así consigue engañarlo) o Ranko cuando se hace pasar por una prima de Akane de visita en la residencia Tendo (para que la madre de Ranma no sepa que se trata en realidad de su hijo), entre otros nombres que le adjudican a lo largo de la obra.
La serie no tiene un hilo argumental principal, sino que está compuesta por multitud de pequeños episodios que en su conjunto conforman toda la historia que vemos en la serie. Se trata de ver el día a día en la vida cotidiana de Ranma y Akane: en el colegio en el que estudian, en la residencia de los Tendo donde viven tanto el clan Tendo como el clan Saotome (como invitados “permanentes”) o en las innumerables aventuras en las que a veces sin quererlo ni beberlo se verán envueltos para solucionar los problemas que les plantearán los personajes más variados (y estrafalarios).
Así transcurrirá la serie sin tener siquiera una trama principal de fondo, algo idóneo para extender una serie durante todo el tiempo que se quiera o se tenga ganas mientras dure su popularidad (y Ranma 1/2 disfrutó de una enorme popularidad durante la primera mitad de los años 90), pero que por otra parte supuso descorazonar un poco precisamente a sus fans más incondicionales, que se morían de ganas por ver realmente avances importantes en la relación entre Ranma y Akane, y que la obra tuviera en definitiva un rumbo marcado hacia una satisfactoria resolución de todo lo vivido hasta entonces (algo que no sucedió, quedando el final abierto).
Ranma 1/2 sufrió en su momento un gran castigo por parte de la censura televisiva de la época, mutilando sin piedad muchas escenas de desnudos o de excesiva violencia en algunos combates (por la eterna cuestión de la hora de emisión en horarios del todo inadecuados y para franjas de edad de telespectadores también inadecuadas).
Y es que Ranma 1/2 es una serie muy picante, con abundantes escenas de desnudos totales o parciales, que juega mucho con la dualidad de género de su protagonista (Ranma tiene tanto pretendientes femeninas como masculinos, en función de en qué forma esté) y además en ocasiones puede llegar a mostrar escenas de acción de lo más crudas e impactantes, por lo que todo el conjunto la hace una serie desde luego que no apta para todos los públicos (algo que las televisiones por desgracia no parecen comprender nunca en este y en otros países occidentales).
Así precisamente salió publicada la primera edición en vídeo de la serie en nuestro país, con toda la censura que se había visto por televisión, y que afortunadamente luego sería enmendada por la posterior edición de Jonu Media, con unos packs fantásticos recopilando la serie sin censura y un gran cuidado en su doblaje, incluyendo los mejores realizados como son habitualmente siempre los de las televisiones autonómicas.
Ranma 1/2 se extendió durante muchos años y alcanzó un importante número de tomos recopilatorios del Manga, con nada menos que 38, algo por otra parte habitual en las otras obras principales de Rumiko además de la propia Ranma 1/2, como Lamu o Inu Yasha. El Manga sería adaptado al Anime con dos series de T.V., una primera de “prueba” de tan solo 18 episodios (“Ranma Nibun no Ichi“), en la que se mostraría el planteamiento principal de la serie, a sus protagonistas y a los principales personajes secundarios como Ryoga y Shampoo, y viendo su buena aceptación se prolongó acto seguido ya con una nueva serie que llegaría hasta los 143 episodios (“Ranma Nettohen“). A pesar de ello, como una serie sigue a la otra sin ninguna separación evidente (más que un cierto cambio en el diseño de los personajes y una progresiva simplificación en su dibujo) se las suele considerar como una única serie larga de 161 episodios en total.
Posteriormente se realizarían un buen número de O.V.A.s (nada menos que 13, además de vídeos musicales especiales) y también algunas películas, como “Gran golpe en Nekonron, China“, “El rapto de las novias” (la película favorita de los muchos fans con los que cuenta el nutrido reparto femenino de la serie, desde luego que uno de los más atractivos de toda la historia del manganime) y la divertida “One Flew Over the Kuno’s Nest” (aún inédita en nuestro país).
Ranma 1/2 combina como decíamos muchos elementos y temáticas, pero ante todo es una comedia con mayúsculas, cuya fuerza reside en la infinidad de situaciones absurdas planteadas y en la resolución por parte de nuestros protagonistas de los innumerables problemas en los que se ven envueltos. Además, algo tan característico en la trayectoria de Rumiko Takahashi como es su amor por las historias tradicionales, la cultura popular y la mitología oriental (tanto japonesa como china) se ve ampliamente reflejado en la serie. Muchos de los episodios consisten simplemente en tomar a un personaje inspirado en alguna de esas tradiciones populares y convertirlo en un rival o un elemento desestabilizante del reparto habitual de la serie, con un gran resultado en sus originales planteamientos, episodio tras episodio.
A menudo se califica a Ranma 1/2 como una “comedia de Harén” más como tantas otras existentes (y desde luego que tiene los elementos necesarios para serlo, con un increíble reparto femenino que le hace la vida imposible a su protagonista masculino), pero por méritos propios y por todos esos elementos citados antes, Ranma 1/2 consigue ir mucho más allá, combinando romance, acción, artes marciales, sensualidad, misterio, fantasía, y ante todo el original humor del que hace gala la obra de principio a fin. Sin duda una obra genial que ya ha pasado a la posteridad y sin la cual es imposible comprender el posterior desarrollo de muchos de los géneros y las temáticas presentes en el mundo del Manga y el Anime.
