Kintaro pasa por distintos trabajos, y en cada uno de ellos, se ve relacionado con una chica a las cuales admira, desea o respeta profundamente. La serie tiene un gran contenido erótico, en especial por las fantasías eróticas que el joven tiene. Sin embargo, lo que más destaca de la serie es el delirante humor de que hace gala por las situaciones embarazosas en que se ve envuelto.
Las relaciones no suelen ir bien, y Kintaro acaba siempre siendo despedido, pero en todos los casos, hay algún incidente en que él demuestra su valía, con lo que la mujer de turno se enamora de él, en algunos casos incluso tras su marcha. Debido a la unión de estos factores, Kintaro no tiene suerte al tratar de entablar una relación formal con ninguna de las chicas, siendo así un chico solitario en el amor, aunque en el manga en capítulos posteriores, esto poco a poco cambia, y el llega a tener relaciones sociales con chicas que varían desde ser un rey de una casa de 4 mujeres que lo idolatran, o ser el amante y bajista de una cantante de una banda de rock metal. Y justo cuando parece que él tiene su vida resuelta o se ha establecido, las circunstancias cambian y el prosigue su camino para seguir aprendiendo sin desanimarse o entendiendo que es por el bien de sus nuevos seres queridos.
Kintaro lleva consigo siempre una libreta en la que apunta todas las cosas que le resultan interesantes, y donde además hace multitud de bocetos sobre aquello que ve, en especial las chicas con las que se cruza.
La introducción de la serie (Y epilogo de cada capítulo del manga) reza: Kintaro Oe, de 25 años, ha abandonado la Universidad de Derecho de Tokio, pero sólo porque ha aprendido todo lo que la universidad le podía ofrecer. Desde entonces, vuela de trabajo en trabajo, con el objetivo de aprender en la escuela de la vida. Recorre todo Japón en su fiel Mikasuki. No lo olvidéis, en un día no muy lejano, este joven normal y corriente, salvará a Japón y al mundo entero. (Un "Quizás" aparece al final de esta frase en el manga en letras pequeñas)